Aquellos cuyos gustos sean bastante eclécticos, de mente abierta y sean afines a la literatura erótica, no se sentirán defraudados, este libro nos narra las aventuras, por decir lo menos, de una princesa bastante lujuriosa, que no se detenía en conseguir lo que quería en cuanto al sexo se refería, no conocía la represión y algunos dirían que ni la decencia, pero al menos yo no gusto juzgar a la ligera a los personajes de los libros que leo, en general no los juzgo prefiero decir que los gozo o los sufro. Este libro en especial señala la moral que regía en esa época y lugar, la educación y forma de ser de la clase a la que pertenecía la princesa, en buena parte para justificarla, pero lo mejor de el libro es que la princesa no siente el menor remordimiento por ser como es, ni busca que nadie la justifique, ella goza ser como es y eso a mi gusto es lo más destacado de este diario de una princesa ...lujuriosa.